14/10/09

El cambio en el tiempo Parte 1: La dinámica de la transformación, una breve introducción a la teoría del caos

En el amanecer del siglo XXI ya no podemos ignorar que las actuales tendencias se están dirigiendo hacia umbrales críticos, hacia algunos de los famosos "límites planetarios" que en las décadas de los setenta y de los ochenta se decía que eran los límites del crecimiento. Es cuestionable que estos límites sean aplicables al crecimiento en general, pero está claro que son límites al timpo de crecimiento que se está produciendo en nuestros días. A medida que nos aproximamos a estos límites, nos acercamos a un punto de caos. En este punto algunas de las tendencias se desviarán o desaparecerán, y aparecerán otras nuevas en su lugar. Esto no deja de ser habitual: la teoría del caos nos muestra que la evolución de los sistemas complejos siempre comprende períodos alternos de estabilidad e inestabilidad, continuidad y discontinuidad, orden y caos. Estamos viviendo las primeras fases de un período de inestabilidad social y ecolócica, una "ventana de decisión" crucial. Cuando alcancemos el puto de caos, a los atractores puntuales y periódicos de nuestros sistemas se les unirán otros atractores caóticos o extraños. Éstos apareeran repentinamente o, como dicen los teóricos del caos, "surgirán de la nada". Ellos conducirán nuestros sistemas al punto crucial donde seleccionarán uno u otro de los caminos evolutivos que tienen a su disposición. En la actual ventana de decisión, nuestro mundo es supersensible, de modo que incluso fluctuaciones pueden producir efectos a gran escala. Éste es el legendario "efecto mariposa".

El descubrimiento del efecto mariposa está vinculado con el arte de pronosticar el iempo atmosférico, y hunde sus raíces en la forma y el perfil del primer atractor caótico descubierto por el meteorólogo norteamericano Edward Lorenz en 1960. Cuando Lorenz trató de reflejar en un modelo informático la evolución hipersensible del tiempo meteorológico mundial, descubrió una extraña senda evolutiva compuesta por dos trayectorias diferentes, unidas como las alas de una mariposa. La mínima alteración podía hacer cambiar la trayectoria evolutiva del tiempo meteorológico mundial de una de las alas de la mariposa a la otra. Según parece, el tiempo es un sistema en un estado permanentemente caótico, un sistema permanentemente gobernado por atractores caóticos.

Posteriormente se ha descubierto una cantidad considerable de atractores aóticos. En cierta medida son aplicables a todos los sistemas compljos y, particularmente, a todos los sistemas vivos. Los sistemas vivos son sistemas notables; no se mueven hacia el equilibrio, como los sistemas físicos clásicos, sino que se mantienen a sí mismos en un improbable estado de desequilibrio químico y térmico que consumen de su entorno. (Los físicos dicen que equilibran la entropía negativa del entorno).

Los humanos, tal como hcen otros organismos complejos, son sistemas dinámicos supersensibles situados permanentemente al borde del caos, tal como les ocurre a los sistemas ecológicos y a las sociedades formadas por seres vivos. Estos sistemas colectivos son más amplios y durraderos que sus miembros individuales, pero la dinámica de la evolución de sistemas también les es aplicable.

la evolución de los sistemas orgánicos individuales y colectivos generalmente pueden describirse con ecuaciones diferenciales que reflejan su conducta ante las principales limitaciones que afrontan. Esto no es factible en el caso de las sociedades formadas por seres humanos; aquí la presencia de la mene y la conciencia complica la dinámica evolutiva. La conciencia de sus miembros humanos influye en la conducta del sistema, haciéndola mucho más compleja que la conducta de los sistemas no-humanos.

En períodos de relativa estabilidad, la conciencia de los individuos no desempeña un papel decisivo en la conducta de la sociedad, puestro que un sistema social estable amortigua las desviaciones y aísla a los desviados. Pero cuando una sociedad alcanza los límites de su estabilidad y se torna caótica, se vuelve hipersnsible, respondiendo incluso a las menores fluctuaciones, como cambios en los valores éticos, las creencias, las visiones del mundo y las aspiraciones de sus miembros.

Ahora vivimos un período de transformación en el que un nuevo mundo está luchando por nacer. La nuestra es una era de decisión, una "ventana de libertad" sin precedentes en la que tenemos la oportunidadde decidir nuestro destino. En esta ventana de decisión, las "fluctuaciones" -que en sí mismas son acciones e iniciativas pequeñas y sin iimportancia aparente- pavimentan el camino hacia el punto crítico de caos en el que el sistema se inclina en una dirección u otra. Este proceso no está predeterminado ni se produce al azar. Es un proceso sistémico que puede ser orientado y dirigido intencionalmente.

Como consumidores y clientes, como votantes y contribuyentes, y como individuos con opinión pública, podemos crear el tipo de fluctuaciones -las acciones e iniciativas- que inclinarán el próximo punto de caos hacia la paz y la sostenibilidad. Si somos conscientes del poder que tenemos en nuestras manos, y si tenemos la voluntad y la sabiduría de hacer uso de él, seremos maestros de nuestro destino.

Autor: Ervin Laszlo

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