13/10/09

Magnetismo Parte 2: Nuestro Sol y sus manchas


Desde que los primeros telescopios de Galileo permitieron observar los cielos, los astrónomos europeos han sabido que nuestro Sol experimenta regularmente ciclos de intensas tormentas magnéticas -manchas solares- seguidos por periodos de quietud. Estos ciclos se han venido observando a partir del año 1610. Desde que comenzaron las mediciones, se han prducido veintitrés ciclos de manchas solares, cada uno de ellos con una duración media de once años, habiendo empezado el último en mayo de 1996. El momento exacto del fin de este ciclo más reciente era un misterio hasta la primavera de 2006, cuando la NASA informó del evento que los astrónomos habían estado esperando. El 10 de marzo de ese año, las manchas y llamaradas solares se detuvieron repentinamente, y el Sol se "aquietó", señalando el fin del presente ciclo. No obstante, esta calma es engañosa. (En el gráfico podemos observar como el máximo del presente ciclo se situa en el año 2012)

El final de un ciclo cindica el comienzo del siguiente, que sin duda vendrá acompañado de nuevas tormentas. Lo que hace que el próximo ciclo sea diferente de los anteriores es que lafuerza de las manchas solares observadas entre 1986 y 1996 sugiere que el siguiente será uno de los ciclos más intensos jamás registrados. "El siguiente ciclo de las manchas solares será entre un 30 y un 50 por 100 más intenso que el anterior", dice Mausumi Dikpati, del centro Nacional para la Investigación Atmosférica en Boulder (Colorado, Estados Unidos).


David Hathaway, del centro Nacional de Ciencia Espacial y Tecnología, está deacuerdo y sugiere que se espera que las manchas solares creadas en el ciclo anterior se amplíen y reaparezcan como "grandes manchas" en el nuevo ciclo. De ser así, la intensidad de las tormentas magnéticas sería comparable a la de 1958, cuando la aorora boreal iluminó el cielo nocturno en puntos tan al sur como méxico. No obstante, entonces no teníamos las tecnologías de comunicación actuales, como satélites, que pueden verse alterados por dichas tormentas. La intensidad prevista del nuevo ciclo solar normalmente ya sería causa de preocupación por sí misma, pero se hce aún más significativa cuando consideramos la fecha prevista para el periodo de máxima intensidad de la tormenta, el máximo solar. Basándonos en el ciclo 1986-1996, Dikpati sitúa esta fecha en 2012, conincidiendo con los cálculos mayas para e alinamiento galáctico de nuestro Sol. Como este fenómento nunca ha ocurrido con la población y la tecnología actuales, nadie sabe con seguridad los efectos que estas tormentas solares puedan tener en nuestro futuro.

(Seguir leyendo Parte 3: Efectos de los cambios electromagnéticos)

Fuentes: Gregg Braden, Mausumi Dikpati, David Hathaway.

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